Andrés Tarazona
La relación que creamos con nuestro hogar es muy parecida a la relación que creamos con las personas. De hecho, también existen las relaciones sanas o tóxicas con las viviendas.
Hay personas que se sienten acogidas, reconfortadas y fortalecidas al llegar a casa, y otras que alargan en lo posible el momento de llegar a ella o buscan cualquier motivo para salir por lo incómodas que están en su interior.
Ambas realidades son un reflejo de la forma en la que vivimos dentro de nosotros mismos.
Hay personas que saben cuidarse, reconfortarse y mimarse, y hay personas a las que les resulta muy difícil vivir dentro de ellas mismas por el rechazo, falta de calor y exceso de juicio que sienten hacia sí mismas.
Cuando conoces y comprendes la conexión entre tu realidad interior y la que muestra tu hogar, puede resultar más fácil entender el concepto el corazón de tu hogar.
En todo hogar hay una zona energética cuya vibración sintoniza con nuestra capacidad de sentir, de dar y de recibir Amor, de cuidar, de proteger, de unir, de alimentar…
Cuando esta zona está desvitalizada, desordenada, limitada o bloqueada, muestra el reflejo del estado sentimental de la persona o personas que viven en ella.
En cambio, cuando la zona fluye en orden y muestra una salud energética buena, además de que refleja la salud sentimental de sus habitantes, ayuda a cualquier persona que entre en ella a ver con claridad lo que necesita para lograr una buena salud sentimental.
Lo ideal para lograr que el corazón de tu casa vibre con salud, en orden y con naturalidad, es poder localizar esta zona en tu vivienda y ordenarla en coherencia con tu forma de sentir y de concebir el amor. De esa forma, al llegar a casa, podrás vislumbrar en tu interior aquello que necesitas para lograr en ti esa misma salud sentimental.
Puedes también trabajar internamente los siguientes tres pasos en ti para conseguir que sea tu nueva realidad interior la que te inspire a la hora de decorar con más salud tu hogar:
1 – Libera tu pasado.
Trata de identificar dentro de ti la cantidad de pasado que mantienes latente sin que te aporte valor. El hecho de tomar consciencia y tratar de liberarlo puede, por reflejo, inspirarte a liberar y ordenar lugares de tu casa que acumulaban el mismo peso.
2 – Potencia tus valores.
Conecta con aquello que realmente tiene valor para ti y recupera tu coherencia sobre tu forma de amar y de recibir amor.
Comprometerte a vivir con firmeza desde lo que sientes, puede ayudarte a crear esa misma coherencia en la decoración de tu hogar.
3 – Equilibra tu feminidad.
Todos tenemos en nuestro interior tendencias masculinas y femeninas independientes de nuestra identidad de género.
La salud de la vibración sentimental está muy relacionada con el equilibrio de nuestra expresión femenina, de forma que personas con una tendencia muy masculina pueden estar sintiendo un hogar muy frío y personas con un exceso de feminidad pueden llegar a crear ambientes dependientes.
Poner atención a equilibrar en tu interior tu propia feminidad puede ayudarte a percibir cómo equilibrarla también en tu hogar.
A través de cómo vives tu hogar puedes conocer cómo vives en ti y aquello que necesitas para realmente ser feliz.
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