La fotografía, estado puro de Presencia

La divinidad de hacernos conectar con lo que somos

Laura Huerta
Fotógrafa y profesora de Viniyoga

Desde pequeña me gustaba mirar a través de la cámara, desde esa minúscula ventana a la Vida, era y es mi manera de contemplar, reflexionar; sin darme cuenta me quedaba horas haciendo fotos, presenciando objetos, personas y lugares, asombrada de todo aquello. Era mi refugio, una manera de pasar desapercibida, a la sombra, pero a la vez sintiendo que quería mostrar aquello que veía.

En la fotografía también encuentro una mayor capacidad de intuición que se despliega, un poder intuitivo, una llamada susurrante a observar ahí y no allá, una energía insinuante, como un impulso vital que me llama o me acerca a crear, a contar esta verdad que es la que yo percibo y me aventuro a mostrar. Un lugar donde la conciencia descansa, donde algo más profundo se relaja y se abre a la luz.

Es para mí la verdadera belleza de la Vida, mirar y presenciar todo lo que nos rodea, cada pequeño atisbo de luz que percibo, vestigios de expresiones de vida, fugaces, pasajeros, efímeros, un mínimo lapso de tiempo que a veces es capturado, captado, evocado y transformado en materia visual, una foto, una simple foto que alberga todo, tal es así que puede evocar y hacerte sentir la riqueza de algunas emociones y sentimientos con sólo mirar esa imagen, tienen el poder, la divinidad de hacernos conectar con lo que somos, la belleza que está latente en nuestro interior, aquí se presenta, se presencia, nos ilumina, nos emociona, nos toca.

“El Artista es el único amante, solo él posee la visión pura de la belleza, y el amor es la visión del alma cuando se le permite contemplar la belleza inmortal”. Isadora Duncan


Mientras fotografío siento, me sumerjo hacia un profundo lugar donde todo se detiene, la conciencia descansa, todo se silencia y aparece la pura contemplación, la esencia de lo que me rodea; sólo hay corazón, luz y mirada, y ahí aparece la magia, algo divino despliega sus alas. Se desvanece la técnica, la mente y el control, aparece la Presencia, un estado que yo llamo Luz, como si mi corazón y el de la cámara se alineasen, abriésemos el diafragma, dejáramos entrar la luz para mostrar aquello que sólo nuestra mirada puede ver, una fusión, unión, enlace. El estado de pura Presencia, reconociendo la luz que hay en todo, como una poesía de colores, una melodía visual, que te eleva y te ilumina.

De alguna manera percibo el ritmo interno, una sensibilidad intuitiva, la alquimia de la naturaleza, sintiendo la profunda paz de la naturaleza en mí, despertando a la belleza inconmensurable de una gota de agua posada en una hoja, un reflejo resplandeciente, una mano que acaricia otra, unos ojos que irradian luz, un juego de sombras que magnetiza, de un rayo de sol que nos quiere tocar, hasta el más ínfimo detalle es posible ser percibido. Toda la belleza brota de la misma fuente. La divinidad en la materia

La fotografía es mi forma de meditar, de estar en silencio, en unión, sólo hay amor, corazón y luz queriendo mostrarse ante mí; una llamada a estar presente y captar eso que a veces es invisible al ojo y visible al Ser. La apreciación de la belleza, la apreciación de la divinidad, todo se une en armonía, como un acorde perfecto, que nace de la inspiración, de la intuición, latente en nuestro interior, el germen, la semilla, la esencia divina. 

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Te acompaño para mostrar la luz que somos, nuestra verdadera belleza que quiere ser mostrada tal y como es, como un regalo, una ofrenda, una entrega honesta. 

lauritamh.wixsite.com
@fotografiaypresencia



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