Cómo afecta el estrés a nuestra salud bucal

Síntomas más habituales del estrés que se encuentran en la consulta odontológica

Mar Tarazona Beltrán
Odontóloga

Trabajo, familia, vida social, entorno, facturas… Hay muchas circunstancias de la vida que pueden desencadenar y provocar estrés, como también el uso prolongado de ciertos medicamentos, como inhaladores para el asma, fármacos para la tiroides, cápsulas y pastillas para los resfriados y algunas cápsulas para adelgazar.

Sin embargo, si el estrés permanece en niveles aceptables, nos ayuda a responder a las exigencias de la vida con entusiasmo, creatividad, aprovechando todo nuestro potencial. Es el estrés “positivo” o eutrés. Pero el estrés excesivo se convierte en negativo o distrés. Además, si se prolonga en el tiempo pasa a ser crónico y puedes acostumbrarte a él sin que te des cuenta de que es un problema que puede perjudicar tu salud, provocando reacciones físicas como erupciones y manchas en la piel, dificultad para tragar, sudor, caída del cabello y problemas gastrointestinales, entre otros.

En la consulta odontológica encontramos los síntomas más habituales del estrés, como los siguientes:

  • Sequedad bucal. Todos los que hemos estado ante una situación de nervios elevada, hemos notado esta sensación de sequedad en la boca. Esto es debido a que el estrés afecta al sistema nervioso central y las glándulas salivares dejan de producir saliva correctamente. Y la realidad es que una boca seca siempre indica un problema de salud bucodental.
  • Aumento de caries. El estrés debilita nuestro sistema de defensas y, sumado a la sequedad bucal, aparecen más erosiones y caries. Además, conocemos estudios que demuestran que las personas con estrés tienen tendencia a consumir alimentos ricos en carbohidratos y, al ingerir más azucares, incrementan el riesgo de caries. Esto también afecta a los niños. El estrés y el consumo compulsivo de azúcares pueden ser una causa de caries y  obesidad infantil.
  • Bruxismo. Es el rechinamiento y apretamiento de los dientes de forma inconsciente al dormir o incluso despierto, lo que provoca fatiga y artritis en la mandíbula y desgaste en los dientes, haciendo que se debiliten. Si no se corrige a tiempo, es posible que se rompan o caigan más adelante. El tratamiento se debe combinar con un tratamiento psicológico adecuado que ayude al paciente a reencontrar un equilibrio.
  • Gingivitis y periodontitis. Está demostrado que el estrés emocional se asocia con este problema de salud bucodental y que también se relaciona directamente con el bruxismo ya que éste provoca daños severos en el tejido de las encías y sus células, que no podrán ser reemplazadas por células nuevas. Por eso, en nuestra consulta tenemos claro que el futuro de la terapia periodontal no pasa sólo por atacar a las bacterias, sino que también es importante controlar la inflamación y el estrés.
  • Llagas y herpes. Las llagas son pequeñas úlceras que aparecen en el interior de las mejillas, lengua y labios. El estrés, la ansiedad y el nerviosismo pueden desencadenar su brote. Lo mismo ocurre con el herpes, un virus que siempre entra por la piel y se aloja en las células nerviosas, provocando su erupción al bajar las defensas o en situaciones de alto estrés.
  • Candidiasis bucal. El estrés continuado afecta los niveles de hongos en el cuerpo, lo que nos hace susceptibles a infecciones.

Para evitar estos problemas de salud bucodentales se recomienda reducir los niveles de estrés con pequeños cambios diarios, dedicándote más tiempo y cuidando tu alimentación, evitando la comida basura y azúcares refinados e introduciendo en la dieta proteína de calidad y fibra.

También es aconsejable hacer revisiones bucodentales periódicas tanto para prevenir como tratar estos trastornos bucodentales.

clinica@clinicadentalmartarazona.com

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