Juan Carvajal
¿Quién no desea vivir más y mejor en este mundo que nos toca experimentar? Pues la buena noticia es que los estudios para comprender cómo podríamos llegar a ese objetivo, a través del entendimiento de lo que es la biología del envejecimiento, avanzan a paso firme y con resultados que entusiasman.
Nos asomamos por la ventana de la curiosidad esperanzada y encontramos que…
Se pueden rejuvenecer las células
Un grupo de científicos descubrió que ratones de mediana edad podían vivir más, saludablemente, con pequeñas cantidades de rapamicina, fármaco conocido también como sirólimus, que inhibe una proteína llamada mTOR.
Esta biomolécula contribuye a la regulación de la respuesta celular a los nutrientes, el estrés, las hormonas y el daño. Medicinas como la rapamicina –descubierta en una bacteria que se encuentra en el suelo de Rapa Nui, isla de Pascua (Chile)– logran que las células humanas envejecidas se distingan y actúen como si fueran más jóvenes.
Y hay en curso un nuevo estudio para ver si este fármaco administrado en bajas dosis consigue retardar el envejecimiento humano.
También, estimular el sistema inmunológico
Se sabe que el sistema inmune, con el paso de los años, es menos eficaz. Pero hay una vía alternativa para colaborar con la producción de sus células. ¿Cómo? Pues asegurándonos el aporte suficiente de vitaminas A y D.
Asimismo, los científicos están analizando de qué modo se pueden producir más células inmunes como la llamada interleucina 7, y se ve en el horizonte la fabricación de fármacos que la contengan. De este modo se lograría espolear positivamente el sistema inmune en los mayores, en los que hay de todo un campo de posibilidades en cuanto a tratamiento se refiere.
Y por otra parte, ya se utiliza la espermidina en suplementos alimentarios a fin de movilizar las células inmunes y eliminar su basura interna. De este modo mejora muchísimo el sistema inmunológico.
O desprenderse de células envejecidas
En diversas investigaciones se ha observado en ratones que la utilización de fármacos para neutralizar células llamadas senescentes (envejecidas, caducas) provoca un mejoramiento general en la salud, así como una prolongación del periodo vital.
Y no solo en ratones, también en humanos. Pacientes con fibrosis pulmonar grave que participaron en un estudio clínico reportaron, luego de tomar medicamentos senolíticos (que actúan sobre las células senescentes), una mejoría general, incluidas la distancia y la rapidez con la que podían caminar.
Además, es factible que el tratamiento de la senescencia mejore la salud en todos los ámbitos en razón de que el envejecimiento y la senescencia están firmemente relacionados con patologías crónicas e infecciosas en personas mayores,
Como afirman expertos del sector sanitario, es estimulante ver que algunos de los nuevos tratamientos prosperen positivamente en los ensayos clínicos y se encuentren muy pronto disponibles.
Comer bien y llevar un estilo de vida saludable
Quien mantiene su peso corporal, bebe moderadamente alcohol, no fuma, así como ingiere al menos cinco porciones de frutas y verduras al día puede incrementar su esperanza de vida entre siete y catorce años, en comparación con otra persona que tiene sobrepeso, bebe demasiado y fuma. Es lo que diversos estudios han demostrado últimamente.
Es más, la restricción dietética, o sea, la reducción de un tercio de las calorías, mejora nuestra salud siempre que se coman alimentos saludables y en la proporción correcta.
También se está observando que modalidades menos extremas del denominado ayuno intermitente o de tiempo restringido disminuyen el riesgo de que individuos de mediana edad enfermen con males vinculados con la edad.
¡Y moverse!
La falta de movimiento corporal provoca cerca del diez por ciento de las muertes prematuras a causa de enfermedades crónicas, como la enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 y diversos cánceres.
En términos generales, se dice que si la población de todo el planeta hiciera ejercicio físico adecuado, el resultado sería un incremento de la esperanza de vida saludable en casi un año.
Apenas 45 minutos diariosde actividad física, de moderada a intensa, alcanzan para que la mayoría de las personas satisfaga su cuota de mantenimiento saludable. Además de hacernos más fuertes, se reduce la inflamación dañina y mejora el estado de ánimo.
