Raimon Samsó
Autor
La relación de las personas con el dinero no suele ser buena porque de pequeños aprendimos que es un tema del que no hay que hablar, un tabú, o algo peor: la fuente de todos los males. De modo que lo que hicimos fue… ¡ignorarlo! o ¡maldecirlo! Hoy cometemos errores debido a esa mala educación y reforzamos creencias sobre el dinero que, además de no ser verdad, arruinan a las personas literalmente.
“Dinero, vamos a llevarnos bien”
Todos mantenemos una “relación” con el dinero (tengamos el que tengamos). Hablo de la relación, de cómo se siente una persona cuando piensa o habla del dinero. Y concluyo que es una relación “de amor-odio”: todo el mundo lo quiere (sí, todo el mundo), pero la mayoría está enfadada porque no tiene el suficiente.
Llevarse bien con el dinero es importante. ¿Por qué? Porque cuando una persona declara: “El dinero no es importante para mí”, ¿qué ocurrirá en su cuenta bancaria? Exacto: números rojos.
Cuando las personas hablan mal del dinero, se sienten mal cuando piensan en él, o critican a quienes lo tienen, se están negando la posibilidad de tenerlo algún día. Tal vez es hora de hacer las paces con el dinero, de llevarnos bien con él por la cuenta que nos trae.
Las creencias que arruinan a las personas
El dinero empieza a hacerse en la mente, en las creencias, y de ahí se refleja en los comportamientos, y a través de éstos, se materializa en el saldo de la cuenta del banco. Cada euro que tenemos en el billetero proviene de una creencia, de un paradigma, de una emoción, de un hábito, de un conocimiento, de un talento o habilidad… y se va por las mismas razones.
Examinemos algunas de las peores creencias que perjudican la economía de las personas.
- El dinero es fuente de problemas (es sucio)
- El dinero te estropea, te hace mala persona y egoísta
- No se gana dinero haciendo lo que te gusta
- El dinero no te hace feliz
- Para que alguien gane dinero, otro ha de perderlo
- No es posible tener dinero y ser espiritual, o buena persona
- Hay muy poco dinero o no hay dinero
- Todos los ricos son malas personas (o roban)
Es obvio que estando de acuerdo lo mencionado arriba, uno se siente molesto o enfadado con el dinero. Y cuando uno se enfada con él, ya sabemos qué ocurrirá: sí, ¡el dinero se irá a otro lado! Revisa tus creencias con el dinero, y haz la colada mental.
Las creencias de las personas que prosperan
El éxito financiero es una ciencia que puede aprenderse por todos porque deja pistas y tiene referentes. Si algo está estudiado es el éxito financiero. Y sigue unas reglas que están escritas en infinidad de libros.
También encontré creencias que benefician la prosperidad de las personas:
- Donde está tu pasión está tu fortuna
- Hay dinero de sobra para todas las personas del planeta
- La economía mejora cuando la persona mejora
- Reaprender es la mejor inversión en uno mismo
- El mayor activo financiero es la habilidad para crear ingresos
- La llave a la libertad financiera es un negocio propio
- El dinero te da libertad, la felicidad te la das tú
Para resumirlo diré que las dos listas de creencias conducen a las personas a unos resultados muy diferentes. En un caso, la pobreza; en el otro, la riqueza. Y la razón es que la pobreza y la riqueza son dos estados mentales diferentes fruto de las creencias sobre el dinero. Cambia tu mentalidad y cambiará tu cuenta corriente.
Conciencia y dinero
Los problemas financieros son fruto del divorcio entre valores y dinero. A menudo oigo hablar de “estudios con salida”, “negocios rentables”, “trabajos seguros”… pero, ¿dónde está el corazón?, ¿y la vocación?, ¿qué ha pasado con la pasión? Nos hemos olvidado de vivir por un sueño, de ingresar en la economía de la ayuda a otros, de la emprendeduría social… son conceptos útiles y además son ¡rentables! He comprobado que cuando alguien se centra solo en ganar dinero, gana muy poco dinero; y al revés, cuando alguien se dedica a hacer el bien, y lo hace bien, desde lo que ama y le apasiona, le va muy bien con el dinero. Pon alma en tu trabajo y negocio, pon ética, valores, corazón, servicio… y te harás de oro.
Trabajar sólo por dinero es ruinoso. No deja de sorprenderme que el 80% de la población trabaje en trabajos que no ama, incluso en algunos casos que detesta. Pero podemos aprender a ganar dinero desde los valores y a gastarlo desde la conciencia, honrando los valores éticos.