Las leyes del Universo

Los siete principios herméticos

Emi Zanón
Escritora y comunicadora

“Conocer las leyes del Universo supone conocer el mejor atajo del largo camino de la evolución”.
De mi libro “La voz blanca”, aforismos, reflexiones y poemas de la naturaleza y místicos.

No podía faltar en la serie de artículos que estoy escribiendo desde el pasado otoño, sobre herramientas imprescindibles para hacer un trabajo personal que nos aporte el equilibrio cuerpo-mente-espíritu necesario para vivir como seres plenos y conscientes en estos momentos trascendentales hacia un nuevo humanismo, un artículo sobre las leyes del Universo.

En octubre de 2001, llegó a mí —creo— la mejor herramienta de crecimiento personal que podía conocer: el Kybalión, una obra sobre la filosofía hermética del Antiguo Egipto y Grecia, que recoge las enseñanzas del sabio Hermes Trismegisto, “el tres veces grande”, el supremo y más antiguo maestro del pensamiento hermético, como muchos de vosotros, queridos lectores, conocéis bien.

Los preceptos de Hermes —los egipcios lo deificaron bajo el nombre de Tot— respecto a la transmisión de sus enseñanzas se recogen en varios aforismos, entre ellos: “Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender”. Sabio y certero por cuanto no se puede forzar a admitir verdades que solo pueden comprender aquellos que ya han avanzado mucho en el sendero de la evolución.

El término “hermético” en nuestros días ya no está solamente relacionado con su sentido secreto, reservado, que le dieron los hermetistas observando siempre el secreto de sus enseñanzas, sino que, por el contrario, hoy se encuentran en todos los países y en todas las religiones sin identificarse con ninguno de ellos ni con ninguna religión, tal como sus antiguos precursores hicieron para evitar que cristalizaran como un credo.

En el recién estrenado 2022, o mejor, el año 2 de la Nueva Humanidad, son muchos los oídos preparados para recibir los milenarios “Siete principios herméticos” o conocer “Las siete leyes del Universo” que, sin duda, pueden ayudar a una mayor comprensión de las cosas, del mundo y el Universo, acercándonos a la suprema Verdad:

  • Principio del Mentalismo: “El todo es Mente. El Universo es mental”.
  • Principio de Correspondencia: “Como arriba es abajo, como abajo es arriba”.
  • Principio de Vibración: “Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”.
  • Principio de Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos”.
  • Principio de Ritmo: “Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de avance y retroceso”.
  • Principio de Causa y Efecto: “Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”.
  • El Principio de Generación: “La generación existe por doquier. Todo tiene sus principios masculino y femenino”.

El filósofo inglés Herbert Spencer postuló en el siglo XIX la existencia de una “Energía Infinita y Eterna de la cual proceden todas las cosas”. Esa energía, de acuerdo con las enseñanzas herméticas, es la mente del Todo.

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Os invito a que leáis esta gran obra si todavía no la conocéis. Estas trascendentales enseñanzas resultan imprescindibles, a mi entender, en esta etapa del despertar masivo de consciencias que está experimentando nuestra especie. Como digo en el aforismo que abre este artículo, ¡es el mejor atajo en el largo camino de la evolución!

¡Feliz febrero y un abrazo enorme de Luz para tod@s!

emizanonsimon.blogspot.com.es



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