En el apogeo de su fama tuvimos el placer de conocer personalmente al doctor Deepak Chopra. Como parte de su currículum, Chopra es profesor clínico de Medicina Familiar y Salud Pública por la Universidad de California, San Diego, y científico sénior de la Organización Gallup. También es miembro honorario de Medicina del Real Colegio de Médicos y Cirujanos de Glasgow.
Autor de casi un centenar de libros traducidos a más de cuarenta y tres idiomas, durante los últimos treinta años ha estado a la vanguardia de la revolución de la meditación. Su misión, según declara, es crear un mundo más equilibrado, pacífico, alegre y saludable. A través de sus enseñanzas, guía a las personas a abrazar su fuerza inherente, sabiduría y potencial para la transformación personal y social.
En esta ocasión, actualizamos un diálogo mantenido oportunamente con quien es reconocido como explorador de la conciencia y pionero mundial en medicina integrativa y transformación personal.
-Con el avance de la ciencia parece que la humanidad reencontrará la sabiduría de la antigüedad. Su caso, doctor Chopra, es un modelo, ya que presenta a una medicina milenaria, como la ayurvédica, en términos de la física cuántica.
-El conocimiento antiguo siempre ha visto al mundo como esencialmente no material y esa esencia no material se llama espíritu. La ciencia moderna también ve al mundo como no material. Detrás de la máscara de la materia hay energía e información, y más allá de la información, el mundo del campo unificado. Así que los dos son la misma cosa.
-¿Puede explicar, entonces, qué entiende por “cuerpo cuántico”?
-La sabiduría antigua dice que tenemos un cuerpo físico, otro sutil y otro causal. El cuerpo físico está hecho de moléculas; el sutil, de energía, y el causal es información pura. Más allá del cuerpo causal es potencialidad pura.
-¿Cómo diferencia la relación mente-cuerpo?
-El cuerpo está en la mente, pero la mente no está en el cuerpo. La mente se halla en todos lados. Es como cuando usted ve una película por el aparato de televisión. La película está ahí. Sin embargo, si destruye el aparato, la señal que lleva esa película se podrá captar en todos los aparatos encendidos que están sintonizados en el mismo canal. El televisor es algo que está localizado y la información no se halla localizada. Es decir, el cuerpo es local y la mente es no local. Así que el cuerpo está en la mente.
-¿Qué es la mente, por lo tanto, y qué la expresa?
-La mente es información y energía. El cuerpo es la expresión de eso. Así como los eventos cuánticos se convierten en eventos materiales, los pensamientos se transforman en moléculas. A donde va un pensamiento, va una molécula. Si los pensamientos no tuvieran fuerza de vida, yo estaría paralizado. Antes de abrir o cerrar la mano, tengo que pensarlo. De modo que mi pensamiento posee energía e información, porque muevo la mano y no el pie.
-¿Habla de niveles de conciencia, uno universal y otro particular, en cada uno de nosotros?
Sí, como las olas y el océano. Las olas parecen ser diferentes, pero son el océano. Cada uno de nosotros somos un artefacto de percepción.
-Esa metáfora de las olas y el océano recuerda la teoría del Orden Implicado o Plegado, del físico David Bohm. Y precisamente usted menciona en sus trabajos un cuerpo perfecto, plegado, interno.
-Es la misma idea. Se trata como de un paraguas, que se puede abrir y cerrar. El paraguas cerrado es el Orden Implicado y el abierto, el Orden Explicado. El cerrado siempre tiene la potencialidad para lo explícito. Lo inmanifestado contiene lo manifestado. Como la semilla: en ella hay miles de bosques, no uno solo.
-¿Cómo se produce la comunicación entre ese cuerpo perfecto, interno, y este cuerpo que se manifiesta en materia?
-Deslizándonos entre el espacio que existe entre los pensamientos a través de la meditación.
-¿Solamente por la meditación?
-Por alguna experiencia de meditación, el amor…
-¿Existe la mente perfecta?
-Yo creo que sí. Una mente quieta, completamente quieta y estática, que no está ensombrecida por la estática del universo.
-¿Qué hacemos socialmente, con los indicadores externos sobre cuerpos y mentes “ideales”, que llegan a través de imágenes mediatizadas por los canales de comunicación? ¿Cómo buscamos los propios indicadores internos?
-Tenemos que empezar a utilizar claves internas, escuchar la voz de la intuición. Pero no podemos hacer esto a menos que tomemos el tiempo necesario para estar en silencio. Una vez que lo consigamos, como punto de referencia interno, entonces no nos hallaremos influidos por el estímulo externo, que no será suficientemente importante como para poder capturar nuestra atención.
-¿De qué modo propone la relación entre las prácticas médicas provenientes del saber antiguo y las nuevas que crecieron con el apoyo tecnológico?
-La medicina estándar es muy buena para los casos agudos. Las complementarias lo son para las enfermedades crónicas y también para utilizarlas en la prevención.
-Su opinión sobre los antioxidantes.
-Muy útiles, al igual que los complementos dietarios. Con este tipo de clima nutricional que se vive actualmente, son recomendables.
-¿Algún consejo para un “cuerpo inteligente”?
-Escucharlo, el cuerpo está hablando siempre.