La presencia completa puede sentirse como un lugar de difícil acceso, pero estar en un estado de flujo puede suceder de diversas formas, y las personas lo aprovechan de varias maneras.
El estado de flujo ocurre cuando estás tan inmerso en el presente y en la tarea que tienes por delante que dejas de distraerte con cualquier otra cosa, y pierdes el sentido del pasado y el futuro. Es el estado supremo de paz, presencia y no-mente.
Algunas personas pueden acceder a este lugar sentándose en meditación, pero para muchas, el estado de flujo sobreviene mientras están haciendo algo creativamente satisfactorio o una actividad que los involucra y los desafía lo suficiente como para demandar su presencia final.
En quietud
El estado de flujo puede pasar en muchos lugares y para algunos el cojín de meditación es su lugar definitivo de paz y presencia.
En las primeras etapas de una práctica de meditación puede parecer casi imposible silenciar el ruido de la mente y acceder a un asiento de quietud. Sin embargo, cuanto más se practica y más tiempo se permanece sentado, más fácil es hundirse en este estado de paz y permitir que el parloteo de la mente se reduzca.
Comienza poco a poco e intenta aumentar la frecuencia y la duración de tu práctica de meditación. Mantente paciente y dedicado a tu práctica y antes de que te des cuenta, encontrarás tu flujo y caerás profundamente en el presente, permitiendo que el mundo que te rodea se disipe.
En la creatividad
Para muchos, el estado de flujo ocurre cuando se encuentran en el estado máximo de creatividad. Los músicos se pierden en la canción, los artistas quedan embelesados con el lienzo frente a ellos, los escritores se olvidan de todo lo demás mientras vierten las palabras de sus dedos en las páginas.
La producción creativa puede ayudar a facilitar un estado profundo de presencia y a dejar de lado cualquier narrativa pasada y futura.
Si ya tienes una práctica creativa que disfrutas, céntrate de antemano y dedica toda tu presencia a tu oficio. Si no lo haces, intenta sacar un lápiz y papel o algunas pinturas y déjate perder mientras te permites crear de modo imperfecto.
En actividad física
La actividad física es otro lugar poderoso que ayuda a las personas a sumergirse profundamente en el ahora. Muchos atletas disfrutan de los deportes que practican porque requieren una presencia y un estado de alerta completos, lo que les ayuda a fomentar un estado meditativo.
El yoga es otra forma en que las personas acceden a un estado de flujo, vinculando la respiración con el movimiento y permitiendo que la conciencia caiga en los movimientos del cuerpo físico.
La actividad física que te desafía un poco en cuanto adónde requiere tu plena conciencia, pero que aún te sientes cómodo al participar, puede ser un punto ideal para aprovechar un estado de flujo.
Encuentra tu flujo
Todos tienen algo diferente que los mete en sus cuerpos y los saca de sus cabezas. Sé curioso acerca de cuándo y dónde te sientes más presente. ¿Qué estás haciendo cuando el tiempo parece haberse detenido? ¿Dónde estás cuando no estás enfocado en ningún asunto del pasado o del futuro, sino que estás completamente inmerso en el ahora? Si no te sale nada, sé curioso.
Prueba nuevos esfuerzos creativos o actividades que te resulten atractivas. Trabaja en tu práctica de atención plena y meditación para que puedas cultivar la presencia sin importar dónde estés y lo que estés haciendo. Mantente abierto a probar cosas nuevas y formas de acceder a tu propio estado de flujo único.