Cuando se practica yoga, ya sea cinco, veinte o sesenta minutos,
durante ese lapso no se piensa en la pandemia, no se discute con alguien
de la familia o se siente la soledad; te sientes conectado. Puede ser
mediante un video en YouTube o recibiendo instrucciones en directo a
través de una plataforma digital, es una distracción positiva y es muy
agradable y reparadora por naturaleza. Tenemos que pensar que el estrés
es como un bote de basura y que lo estamos vaciando, entonces podremos
afrontar de nuevo el estrés, que es inevitable porque lo tendremos cada
día que despertemos. El yoga da lugar a hábitos saludables y con
ellos se empieza poco a poco a comer y dormir mejor, ayuda mucho a la
buena digestión y con una buena digestión se procesan mejor los
acontecimientos. Nos hace más maleables mental y físicamente
para afrontar el estrés, y la gente empieza a notar cómo nos vemos o
actuamos, se nota y cambia cosas de nuestro entorno, en la casa o el
trabajo hace una diferencia real. Nos hacemos más responsables de
nuestro espacio, lo que ayuda en un ambiente colectivo. Estamos más
conscientes de lo que hacemos. Lo mejor del yoga es que nos enseña a asumir la responsabilidad de nuestras acciones y nos hace más resilientes“, afirma Jon Witt, maestro de yoga desde hace dos décadas en Asia y Estados Unidos.
Al
igual que la Organización Mundial de la Salud, Jon aconseja el yoga y
asegura que este es un buen momento para practicarlo, incluso para
quienes nunca lo han hecho y tengan que comenzar a través de plataformas
digitales.
“Es un muy buen momento para empezar. Hace falta
practicar yoga, soy un convencido de que hay que practicarlo en estos
momentos. No puedo imaginarme estos momentos sin hacer yoga, me sentiría
desconsolado, confundido y sin saber qué hacer. Por eso practico así
sean 20 minutos al día para sentirme equilibrado. Lo mejor es que no
importa la edad o la capacidad, todos podemos encontrar algún estilo de yoga que nos ayude a atravesar este momento“.
Félix
Lorenzo, trabajador social clínico y terapeuta desde hace más de 35
años, se adhiere al consejo de practicar yoga, aun en los casos de
quienes estén recibiendo algún tipo de terapia psicológica.
“El
paciente puede intentar hacer esta práctica de yoga en la que pueda
sentir que está en un espacio suyo único donde no puede entrar nada más y
así reconstituir ese estado interno de tranquilidad y de paz al que
puede aspirar. Debemos focalizarnos en vivir cada día porque una característica de esta pandemia es que nos resta la posibilidad de predecir o planear, no sabemos qué pasará“, agrega.
“Hay que vivir el momento, hay que vivir al día, responder a lo que tenemos bajo control durante el día”.
Aquí y ahora
María Ruiz de Toro, psicóloga y psicoterapeuta clínica, ha observado
mucha ansiedad y depresión, además de dar cuenta de un aumento de los
casos de violencia doméstica y de suicidio durante los últimos meses.
La profesional de la salud basa su trabajo en la forma de terapia llamada “mindfulness“, un nombre que puede traducirse como “conciencia plena“.
“Es
una práctica científica que invita a la conciencia plena, a estar
presentes en el aquí y en el ahora. Lamentablemente en la actualidad, la
mayoría de las personas no estamos presentes en el aquí y en el ahora.
Eso causa mucha ansiedad. Cuando nos enfocamos en el futuro, la persona
puede experimentar altos niveles de ansiedad y cuando nos enfocamos en
el pasado por mucho tiempo, también puede generar ansiedad o depresión.
Esto ocurre a cada momento, en cada circunstancia, no necesariamente
tengo que recordar el pasado lejano, recuerdos de la infancia o de hace
mucho tiempo, no. Las personas mentalmente, aunque físicamente estén en
un sitio, sus pensamientos están en la conversación que tuvieron hace
diez minutos con alguien, en lo que dejaron de decir en una
conversación, revisitándola una y otra vez. De esta manera, no están
conectadas con el presente, con el momento en que están. La conciencia
plena es una práctica científica que invita a estar conscientes en todo
momento. Esto no quiere decir que no podamos revisar elementos del
pasado o planificar el futuro. La idea es que podamos tener mayor
control de cómo organizamos nuestros pensamientos”.
Estar presente aquí y ahora es uno de los principios del yoga.
“El
yoga, que es una práctica milenaria que incorpora elementos de la
conciencia plena. No cabe duda, el cuerpo de investigación científica de
conciencia plena se sirvió y se ha inspirado en las prácticas
milenarias de estar presentes en el aquí y el ahora sin necesidad de
comprometer nuestros planes o no tener espacios para revisar el pasado”.
La
psicóloga asevera que hoy más que nunca es importante tener esta
conciencia plena porque hay un bombardeo constante de información y
ruido exterior “y sólo tenemos un cerebro y el cerebro tiene capacidad
de procesar cierta cantidad de información”.
Recomienda hacer
yoga y personalizar esa práctica para respetar la individualidad de las
personas, cada quien debe incorporarlo a su vida y personalizarla.
“Creo
que la práctica de yoga es algo positivo, pero es importante no
banalizarla y sí personalizarla. En el trabajo psicoterapéutico y lo que
hacemos con el mindfulness tiene que ver con individualizar las
prácticas.
Está bien hacer yoga, hay distintos tipos dependiendo
de las necesidades, pero es muy importante ver que es una herramienta,
es una habilidad que te puede llevar a fortalecer tu sistema o tus
estrategias de afrontamiento; sin embargo, si se trata de una persona
que presenta un trastorno de depresión o de ansiedad es importante no
quedarse sólo con eso, sino buscar ayuda psicoterapéutica”.
La
ansiedad prolongada interfiere con las capacidades del lóbulo frontal,
entre ellas la toma de decisiones, la resolución de problemas, la
planificación o la recolección de eventos.
Respiración y tranquilidad
La ansiedad y el estrés perturban la capacidad de ingresar oxígeno al
cuerpo, por ello es crucial aprender a respirar, la primera de seis
estrategias para lograr la conciencia plena, la segunda es la
meditación, ambas elementos fundamentales del yoga.
“Al practicar
respiración profunda introducimos mecánicamente mayores cantidades de
oxígeno, lo cual contrarresta el trabajo sobrecargado del corazón y al
ayudar al corazón baja el bombeo de sangre a los músculos y ocurre una
relajación. Respiración consciente, respiración
profunda. Es algo fácil, que hacemos todos los días, pero la mayoría de
las personas no lo hace correctamente porque utiliza el pecho en vez del
diafragma. Cuando hacemos eso, entran mayores cantidades de oxígeno al
organismo y nos sentimos más relajados”.
Para Jon Witt, algunas
de las cosas más terapéuticas del yoga son muy sutiles, como ciertas
técnicas simples de respiración o poses reconstituyentes. Enfocarse en
la respiración relaja, pero también ayuda a recargar la energía de las
personas para continuar desempeñando sus actividades.
Una de las
enseñanzas del yoga es escuchar al cuerpo y saber cuándo hace falta un
ejercicio físico y cuándo es momento de relajarse.
El yoga nos
hace escuchar mejor, sostiene Jon, quien da un consejo muy simple:
“Estar en calma es siempre es más fácil de decir que de hacer, pero
aprender algunas técnicas simples de respiración es una muy buena manera
de empezar. Duplicar el tiempo que dura la exhalación en cualquier momento, es una muy buena forma de relajarnos.
Contar de una manera muy simple, por ejemplo hasta tres y luego
regresivamente, nos reduce el estrés y la sensación de estar
desbordados. Se puede elegir cualquier pose de yoga que nos guste o
cualquier técnica de respiración y hacerla en distintos momentos durante
el día, dos minutos ahora, cinco minutos más tarde. Esta pandemia, como
todo, pasará en algún momento. Pasará y todos nos adaptaremos, como lo
hemos hecho a lo largo de nuestra vida, pero el yoga nos ayuda a ser más
maleables y equilibrados mientras la atravesamos. Sólo hay que empezar,
cualquier punto de partida es bueno”.
Extracto de un artículo publicado en la web oficial de Naciones Unidas, con la firma de Carla García.
https://news.un.org/es/story/2020/06/1476232