Yoga de los sueños

Acceder al mundo de nuestro inconsciente siendo plenamente conscientes. Este es uno de los efectos del sueño lúcido que propone Charlie Morley, quien enseña esta práctica que comparten muchas culturas

Quién es

Charlie Morley es un soñador lúcido autodidacta desde los 17 años y budista practicante desde hace 10 años. Actualmente es un profesor de sueño lúcido en el contexto del budismo tibetano. Su objetivo es crear conciencia en todas las etapas del sueño y la vigilia.
Charlie es el cocreador de un enfoque holístico para el sueño lúcido y el sueño consciente llamado "Atención plena del sueño". Ha dirigido talleres de sueños lúcidos y retiros en todo el Reino Unido, Europa, África y América, y ha dado conferencias en diversas universidades. También ha participado en las charlas de TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño, evento anual donde algunos de los pensadores y emprendedores más importantes del mundo están invitados a compartir lo que más les apasiona) en San Diego, California.

Aurelio Álvarez Cortez

-¿Qué opinas, Charlie, debemos dormir lo suficiente u ocho horas “reglamentarias”?

-Si son ocho horas por noche, la mayoría de las personas duerme 30 años en su vida, aproximadamente. Desde mi perspectiva, preguntar cuánto necesitas dormir es cómo preguntar cuántas calorías necesitas, algunos necesitan dormir más para estar sanos y otros menos. Así que cada persona debe conocerse muy bien y saber qué tiempo necesita para descansar saludablemente. Algunos precisan simplemente unas cuatro horas mientras que a otros les hacen falta unas ocho, depende.

-Pero el sueño lúcido no es exactamente dormir. Explícanos de qué se trata.

-Sería mejor llamarlo sueño consciente para entenderlo mejor, porque no es un sueño claro, sino que mientras se sueña uno está consciente, con las facultades de conciencia plena.

-¿Es un estado al que se accede a través de un aprendizaje?

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-No necesariamente, la mayoría de los niños tiene espontáneamente sueños lúcidos, por tanto sabemos que es algo implícito de la mente humana. Si quieres que sea parte de tu camino espiritual y que se desarrolle tu práctica espiritual a través de él, quizás necesites a través de un maestro llevarlo a más. Pero hay personas que simplemente lo hacen de forma natural.

-¿Esta práctica la encontramos en todas las tradiciones culturales en el mundo? 

-La encontramos en diferentes culturas. Si bien el budismo tibetano lo ha sistematizado, convirtiéndolo en una ciencia, también existe el sueño lúcido en comunidades africanas, como también en México con los toltecas, o en el sufismo, que es la corriente mística del Islam, y los gnósticos cristianos, por citar algunos.

-¿Cómo accediste a esta experiencia?

-Cuando tenía 16 años, luego de leer libros que trataban sobre este tema, aprendí cómo tener un sueño lúcido. Por entonces me interesaban cosas psicodélicas, como la exploración de la mente, y pensé “¡el sueño lúcido parece algo guay!”. Así que los primeros dos años no tuve algo que guiara esta práctica. Tan joven, tenía experiencias de sexo, surfeaba… Parecía todo muy divertido. Pero a los 19 años empecé a interesarme por el budismo tibetano. En una conferencia escuché por primera vez el término Yoga de los Sueños y pregunté qué significaba. Un monje me respondió que se trataba de una serie de prácticas que tienen como cimiento el sueño lúcido, y le dije “yo sé cómo tener sueños lúcidos”. El monje preguntó qué hacía yo en mis sueños lúcidos. Me sobrecogió la vergüenza y confesé qué hacía. Entonces me explicó que ellos lo utilizan para hacer prácticas espirituales, por ejemplo, como entrenamiento para cuando llegara el momento de la muerte o para explorar la naturaleza de la realidad consciente. En ese momento pensé cómo había malgastado este tesoro. Entonces empecé a escuchar a maestros del Yoga de los Sueños. Fui a retiros, hice talleres, leí más libros y todo cambió: una cosa “divertida y recreacional” desembocó en mi práctica espiritual.

-¿Cuál es la esencia del sueño lúcido?

-En el sueño lúcido eres consciente dentro la mente inconsciente, esto significa que tienes acceso al 99 por ciento de nuestra mente que está almacenado en nuestro inconsciente. De manera similar que un hipnoterapeuta puede plantar semillas en tu mente, también puedes hacer lo mismo durante un sueño lúcido. Cualquier fobia, cualquier cosa que un hipnoterapeuta hace, puedes trabajarlo tú: adicciones, enfermedades… Y desde el punto de vista budista tibetano, puedes prepararte para el proceso de la muerte, por ejemplo.

-Es decir que, además de ser una práctica espiritual, el sueño lúcido tiene efectos físicos, concretos.

-Absolutamente, es muy práctico. Por ejemplo, científicos que trabajan en el área de deportes en Alemania han estado utilizando el sueño lúcido para el entrenamiento de atletas. Se ha demostrado que cuando se producen experiencias deportivas en el sueño lúcido se van formando nuevas conexiones neuronales que afectan al estado de vigilia. Por otra parte, se pueden usar para tratar pesadillas y el estrés postraumático. Son aplicaciones muy prácticas además de otras, espirituales.

-Otra de tus actividades construir puentes entre la música, como el hip hop, y la vida espiritual. Son muy interesantes esas conexiones que realizas.

-En el fondo el sueño lúcido es muy similar al hip hop, porque entrena el cuerpo y la mente para hacer cosas fantásticas. Siempre han existido estos enlaces de música y espiritualidad. Lo que inspiró el break dance y la cultura hip hop fue la música de las películas donde se veían combates Shaolín, y quieras o no, ha habido ese vínculo. Parece algo extraño, pero en realidad no lo es. En Youtube tengo un vídeo, que se llama “Hip hop y espiritualidad”, en el que exploro esto que estamos comentando.

-El camino de la espiritualidad a veces va más allá de las formalidades de una imagen estereotipada, de alguien que está en silencio en un monasterio.

-Exactamente, parte de mi rol siendo un maestro tan joven dentro del linaje es presentar esta espiritualidad de una manera muy abierta. No tienes que estar encasillado en nada, no hace falta vestir de blanco… todo viene desde el corazón. Es muy gracioso ver cuando Sergio (Magaña) y yo llegamos a los talleres y todos esperan ver a un chamán mejicano y un budista tibetano. Nos miran y dicen “pero, ¿quiénes son estos jovenzuelos?” (risas).

-Esto tiene mucho que ver con la felicidad con qué vas por la vida.

-Absolutamente. ¿Qué es la felicidad para mí? Resulta difícil decirlo… Cuando dejo de intentar de ayudarme a mí mismo y ayudo a los demás. Si me siento feliz, no es porque me he comprado ropa nueva o posea algo; simplemente es porque estoy en el proceso de ayudar a otro. Sí, creo que eso puede ser la clave de la felicidad: ayudar a los demás.

-Habitualmente, primero pedimos recibir y luego damos… lo que nos sobra.

-Sí, debemos hacer al revés y dar desde el corazón, no pedir nada.

-¿Conoces personas felices, alguien que sea un modelo social y lo podamos identificar como alguien feliz?

-La felicidad es algo subjetivo, la persona debe reconocer si está o no feliz. Pero creo que donde vivo es un ejemplo interesante, un centro budista donde residen 25 personas. Me demuestra que vivir en comunidad es una forma muy importante de crear la felicidad en vez de vivir aislados. Muchas veces creemos que estamos más conectados a través de las redes sociales, cuando en realidad nos encontramos más aislados que nunca.

-Algunos investigadores afirman que el mal de la civilización no es el cáncer u otra enfermedad sino la soledad…

-Sí, exactamente. Estamos siempre detrás de la pantalla pensando en que estamos conectados, pero en realidad no vemos a los otros. Tiene que haber más conexión de corazón a corazón.

-Menos Internet y más abrazos.

-¡Sí! (risas).

-¿Cómo podríamos superar enfrentamientos religiosos fanáticos, en algunos campos?

-Probablemente intentando ver las cosas desde el punto de vista del otro. En el corazón del fanatismo está la creencia de que lo que yo pienso es la única verdad, lo mejor. Construimos una dualidad cuyo cimiento es “yo y tú”, “yo y el otro”. Desde un punto de vista budista, es precisamente ese modelo dualista la causa del sufrimiento. Por eso, el sueño lúcido es muy importante. En él el mundo del sueño puede parecer absolutamente real, más real que la vida real. La gente interactúa, habla, unos con otros, y una vez que estás lúcido, sabes que todo lo que hay en ese sueño eres tú. Gente de otras razas, de distintas edades, sexo, géneros, quien sea, eres tú mismo. Y una vez que lo has experimentado en un sueño lúcido facilita que tú en el estado de vigilia te des cuenta de que aquella persona es parte de tu sueño, es parte de ti.

-Quieres decir que en realidad hay un despertar de la conciencia.

-Desde el punto de vista budista, ahora no estamos despiertos y por eso utilizamos los sueños lúcidos para entrenarnos para este despertar. Porque en un sueño lúcido lo que estás haciendo es entrenarte para decir “¡aja!, lo que pensaba que estaba fuera de mí, realmente está dentro de mí”. Se dice que cada vez que ocurre esto en un sueño lúcido tienes un pequeño atisbo de despertar. Y si lo sigues haciendo, entonces eventualmente un día puedes tener este despertar en la realidad compartida. Es un despertar espiritual.

-¿Cuál es tu sueño, no lúcido, sino un deseo de que algo suceda, una aspiración?

-Que el mundo entero pueda conocer sus sueños y tenga estos sueños lúcidos, porque conocer el sueño es conocerse a sí mismo, y conocerse a uno mismo es estar en una posición mejor para poder ayudar a los demás. Los políticos más importantes en la actualidad deberían tener una agenda de sueños, anotarlos y mirarlos muy bien. Y si todos hiciésemos lo mismo, con mayor conciencia de nuestros sueños, e hiciésemos más caso a nuestros sueños, este mundo sería un lugar mucho más pacífico.



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Stanislav Kondratiev
de Unsplash