La falta de luz natural en el hemisferio Norte y la vuelta de vacaciones invernales son difíciles de llevar, pero “gracias al orden y la decoración se puede llenar la casa de felicidad”. Es lo que propone Amaia Elias, fundadora de Amai Studio, marca especializada en reformas integrales basadas en Marie Kondo y Montessori. Porque “el orden interno y el externo van a la par”, como también porque “la decoración y las emociones están vinculadas”.
Así es, llega el conocido como Blue Monday. Este día (el tercer lunes de enero) se considera el día más triste por la distancia entre las navidades y la Semana Santa, por el clima frío, al ser uno de los días más cortos del año y por el estrés posvacacional. Según Amaia, “nuestra casa puede ser la fuente de felicidad más importante” para que ese día no afecte a nuestro ánimo.
La falta de luz natural del invierno puede agravar o ser la causa de dolencias como el trastorno afectivo estacional (TAE). Puede afectar a adultos, adolescentes y niños. Se calcula que aproximadamente 6 de cada 100 personas (6%) tienen TAE. Entre las consecuencias de este trastorno están la falta de energía, la fatiga y el cansancio injustificado, la depresión, la irritabilidad, los trastornos del sueño, la variación de peso estacional… Amaia lo tiene claro: “Pasamos más del 67% de nuestra vida en casa y está probado que esta afecta a nuestras emociones. Por lo que debemos cuidar la decoración, el orden y la iluminación en nuestro hogar”.
Por ello esta experta del método de Marie Kondo da algunos tips para sobrellevar mejor tales efectos indeseables.
- Mantener la casa ordenada
Antes que nada es preciso realizar una limpieza previa. La consciencia de nuestras pertenencias da el poder de ponerle a cada cosa su sitio, pero también el de saber qué es lo que nos genera felicidad. No olvidemos que el último punto es decorar. Tomar los artículos sentimentales, sacarlos de los armarios y ponerlos a la vista para sonreír cada vez de verlos puede ser una buena terapia.
2. Iluminar los días más oscuros
Cada habitación de la casa necesita un tipo de iluminación distinto según los usos que tenga. La luz es capaz de crear ambientes diferentes e incluso de despertar emociones en las personas.
Alrededor de unos 4500 K se consideraría un tono de luz neutro, blanco. Es el que más se asemeja al de la luz natural y no altera la percepción de los colores. Aun así, Amaia como experta en diseño de interiores recomienda optar tonos un pelín más cálidos para darle un toque un poco más amarillo, aportando calidez al diseño, tonos de unos 4000 – 3500 K. Estos son los tonos que se emplean en los diseños de casas de estilo nórdico.
Una buena iluminación facilitará las tareas, por ello en la zona de trabajo como cocina o estudio se recomienda iluminaciones más frías para ver todo con más claridad. En cambio, en las zonas de descanso como el salón y las habitaciones necesitamos una luz más agradable y cálida. Amaia recomienda emplear un tono más amarillento, por ejemplo 3000 K de luz.
3. Darle color a la vida
¿Qué mejor que mejorar el ánimo con colores que hacen la vida más fácil? Crear efectos a través del uso del color ayudan a nuestro humor. Por ejemplo, las paredes y los suelos oscuros absorben más luz, y lo mismo los muebles muy pesados y en colores fuertes.
Utiliza tonos tierra y los colores que nos recuerden a materiales naturales como el lino, la rafia, etcétera, que colores nos aportan tranquilidad, luminosidad y amplitud. Pero los colores más alegres como la mostaza o los tonos melocotón o rosa palo que están tan de moda también nos aportan paz y serenidad.
Si quieres ver el vídeo completo de una entrevista con Amaia Elias, aquí lo tienes.