Carla Iglesias
Aqua Aura
De la familia de los berilos, el aguamarina es considerada, junto con la turquesa, la piedra de apertura del quinto chakra. Relacionada con la comunicación, esta piedra azul hace el puente a través del corazón hacia una comunicación del sentir y no del pensar.
A la hora de comunicar, lo hacemos por norma general pensando en expresarnos con claridad, ser fieles con lo que pensamos. El don del aguamarina es comunicar nuestra palabra con nuestro corazón.
Además, al llevar una aguamarina empezamos a sanar la comunicación con nosotros mismos, abriendo el canal de la intuición y la escucha interna.
En la adolescencia, por ejemplo, los canales de la comunicación empiezan a definirse y el aguamarina es de gran ayuda, facilitando la sensibilidad y percepción a la hora del entendimiento con los demás.
Hablar con el corazón es sentir todas las formas de comunicar, es expresarse con una sonrisa, con la mirada o con un gesto de silencio.
Cuando nos preguntamos qué piedras nos ayudan a tratar enfermedades de la piel, como el vitiligo o la psoriasis, olvidamos que la piel es la última barrera entre el interior y el exterior de nuestro cuerpo.
Podríamos decir que el aguamarina cura las emociones de la expresión.
Referente a los problemas de expresión propiamente dichos, el aguamarina puede dar seguridad a una persona tímida y confianza a quien tiene problemas de audición.
Esta piedra, por su tono azulado, debe ser expuesta a la luna creciente o llena, para fortalecer su vibración.
Con la ayuda del aguamarina abriremos nuestro sentir a la hora de relacionarnos con los demás, y curaremos viejas heridas, incluso cambiando nuestra energía en el momento de expresarnos.
Disfrutemos más de una comunicación amorosa, clara y verdadera con la ayuda de esta gran piedra maestra.