La música como entidad viva

Luka Soriano y Carlos Pardo, integrantes de Amares. Arte, silencio, transformación

Aurelio Álvarez Cortez

Luka Soriano y Carlos Pardo son músicos autodidactas que se conocen en 1998, compartiendo música, viajes y temas como la psicología transpersonal y el chamanismo. Desde ese año viajan juntos y por separado a países como Irlanda, Turquía, Brasil, México, Ecuador y Argentina, donde, además de impregnarse de la música tradicional, asisten en directo a ceremonias de sanación donde la música juega (y nunca mejor dicho) un papel fundamental (ícaros).

En 2001 Luka comienza a trabajar en el antiguo hospital La Fe y el Clínico (más tarde en el Dr. Peset), contratado por la Asociación Payasospital, declarada Bien de Utilidad Pública. Es en estas instituciones donde en los últimos seis años investiga y experimenta la música como herramienta que ayuda a mejorar la calidad de vida de pacientes y familiares. Así, con el poder de la Intención, la música se convierte en acompañante a quirófanos, asistente en curas dolorosas como punciones lumbares. También adquiere un carácter de catalizadora emocional como en numerosos casos en que madres con sus bebés que rompen a llorar ante una canción cantada con emoción…

La música como una entidad viva, transformadora de ambientes, creadora de atmósferas. La música como mano invisible que acaricia a través de ventanas de incubadoras acompañada de “pitiditos” de máquinas que indican cambios positivos en las constantes vitales.

En 2010, inspirado por el nacimiento de su hijo, graba el work in progress “Son Y Dos” con la colaboración de Carlos Pardo en la percusión. También ese año comienza a tocar música en vivo en clases de yoga y sesiones de respiración consciente y conectada. Seis meses después los dos amigos graban el cedé “La senda de los caracoles” formando el grupo Amares. En este trabajo se ofrece un variado repertorio de diferentes “estilos” como mantras, música nativo-americana, ícaros, versiones de temas tradicionales árabes, celta y composiciones propias que tienen como nexo común el carácter evocador, sagrado y sanador de la música. Utilizan instrumentos étnicos como cuencos tibetanos y de cuarzo, flautas irlandesas, china y doble nativo-americana, srhuti box, dijeridoo, y de percusión como el bodhran, bendir y udu, como también más contemporáneos como flauta travesera, guitarra española, sin olvidar uno de los “instrumentos” más potentes que existe: la voz humana.

En sus conciertos, planteados como un viaje de sonidos de diferentes partes del planeta, se crea un ambiente distendido donde se deja espacio al silencio, la improvisación y el humor.
Luka y Carlos (Amares) actuaron en el Segundo Congreso Mediterráneo de Yoga, organizado por el Instituto de Estudios del Yoga y TÚ MISMO.

www.amaresmusica.com
www.lukasoriano.net

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