En la vida diaria, la más asombrosa proeza de equilibrio que todos realizamos es permanecer erectos. Aunque nos parece sencillo, conseguirlo es tan intrincado como las piruetas de un juglar en escena. Primero está el pie con su arco, sobre el que hace equilibrio un delgado hueso. Encima se encuentra otro hueso más pesado, la pelvis. Por encima de la pelvis se apilan veinticuatro vértebras, sobre las que, a su vez, hace equilibrio una pesada estructura: el cráneo.
Pero esta armazón no solamente permanece erguida sino que se inclina, se retuerce, camina y corre.
Permanecer de pie, que es la primera fase de la postura, consiste en lograr el equilibrio de todo el esqueleto. Los diversos miembros del cuerpo se unen mediante ligamentos que mantienen a éste en equilibrio. Si la postura y el equilibrio son adecuados, los ligamentos tienen una vida larga y elástica. De lo contrario, ocasionan incomodidad, dolor y problemas.
Una postura y un equilibrio inadecuados, sin el ejercicio correspondiente, ocasionan un acortamiento de los ligamentos que inmoviliza al cuerpo.
Para comprender cómo se produce la inmovilidad tenemos que examinar la naturaleza de los ligamentos, los cuales juegan un papel predominante en la práctica del yoga.
Qué son los ligamentos
Los ligamentos son bandas de tejido conectivo, ya sea cartílago hialino, elástico o fibroso. Este es el tejido predominante en el cuerpo y llena todos sus espacios. Ya sea en forma de capa para cubrir un órgano del cuerpo o de enlace a una prominencia alargada, determina siempre el recorrido de nuestros movimientos.
Cada fibra muscular está recubierta por este tejido cartilaginoso o de sostén. Cada haz de fibras musculares que forma una unidad muscular ancha también está recubierto por este velo fibroso, que entonces se extiende, formando adhesiones al hueso. Cuando el tejido conectivo toma la forma de una estructura espesa, rica en colágeno, se le llama ligamento.
Los ligamentos fasciales, que nos conciernen principalmente al estudiar la movilidad, son estructuras extremadamente correosas. Consisten en capas múltiples de tejidos conectivos, compuestas por haces de fibras paralelos, y están tejidos de manera tan ingeniosa por la naturaleza que poseen una gran fuerza. Esto es necesario debido a la enorme tensión y estrés que se ejerce sobre ellos al andar, agitarse y permanecer de pie.
Los ligamentos tienen las cualidades de contractibilidad y elasticidad, como una tira de caucho. La fase de la contractibilidad perdura durante toda la vida, mientras que la de la elasticidad disminuye con la edad. Con el avance biológico de la edad, los ligamentos se van endureciendo.
Muchos estudiantes, oficinistas, profesionales, que permanecen sentados durante buena parte de su tiempo tienen tendencia a echar la cabeza y el cuello hacia delante. Debido al acortamiento de las adherencias de los ligamentos en la base del cráneo, la columna vertebral la compensa echando el cuello hacia delante. Al adoptar una posición erecta cuando se sienta, al permanecer de pie o al andar, el individuo experimenta dolor. Debemos mencionar que los animales lo solucionan instintivamente estirándose en todas direcciones al levantarse.
Cuando avanza la edad, la elasticidad de los ligamentos disminuye progresivamente hasta que la mínima inclinación se ve limitada y produce dolor. El cuerpo de un viejo lo sostienen en la base del cráneo y a todo lo largo de la columna vertebral la pelvis, las rodillas y los talones, ligamentos acortados que no tienen ya elasticidad para permitir la misma extensión de los movimientos normales. Con ejercicios de yoga adecuados se puede mantener la elasticidad de los movimientos incluso hasta edad avanzada.
Son múltiples las causas que en la vida diaria contribuyen al acortamiento prematuro de los ligamentos. Los músculos juegan un papel importante al soportar la estructura del esqueleto, pero deben proporcionar este soporte sin por ello sacrificar su movilidad. Un músculo debe ser suficientemente largo para permitir la movilidad normal de las articulaciones, y suficientemente corto para contribuir eficientemente a su estabilidad. Un programa de entrenamiento rítmico con algunos de los sencillos ejercicios de yoga puede llevar a una postura adecuada y a una columna vertebral flexible, estirando ligamentos y músculos.
