Quién es Titulada en Ciencias Empresariales y Posgrado en Neurofelicidad por la Universidad de Valencia, María Ángeles Iranzo cuenta con una extensa formación y experiencia en psicología positiva, control mental, inteligencia emocional, coaching, comunicación, meditación, creatividad, empatía, consciencia corporal. Su investigación con los sueños, de casi 20 años la hacen conocedora de primera mano en esta gran herramienta de autoayuda. Su experiencia está recogida en decenas de diarios de sueños trabajados a través de su propia intuición, la meditación, el psicoanálisis, el estudio de símbolos, manuales especializados y otras técnicas específicas. Es autora del libro "La luz de los sueños", de Editorial Círculo Rojo. Más información, www.lasendadelossueños.com
Aurelio Álvarez Cortez
-¿Qué te llevó a escribir un libro sobre sueños, Mª Ángeles?
-Llevo muchísimos años recopilando mis sueños, escribiendo todo ese conocimiento que he adquirido a través de ellos y cómo me lo aplico en la vida cotidiana. Es un trabajo prácticamente diario que otras personas me han animado a que lo comparta, y consideré que podía ser interesante aportarlo a los demás, ¿por qué no hacerlo? No sacar a la luz tanto material me parecía desaprovecharlo. En particular, un amigo psicoanalista con quien he trabajado sueños míos, admirado por el compendio que poseo, me ha alentado sobremanera. El libro está revisado por él y me dio su visto bueno. Podría haber profundizado más en el tema, pero buscaba un relato sencillo, comprensible para todo el mundo, no sólo para los interesados sino para quienes les suscita curiosidad los sueños.
-¿Qué fuente has consultado como apoyo?
-Diversas fuentes. Desde Freud, de quien leí “La interpretación de los sueños”; por supuesto Carl Jung, con “El hombre y sus símbolos”, como también otros libros, el control mental, diferentes técnicas y especialmente, como dije, los muchos años de experiencia.
-¿Cuándo empezaste a trabajar con tus sueños?
-Hace casi veinte años lo tomé mucho más en serio a raíz de un curso de control mental que hice, el Método Silva. En él utilizan una técnica, la programación de sueños, que empecé a poner en práctica desde el primer momento y quedé gratamente sorprendida de lo bien que funcionaba. A partir de entonces empecé a registrar con más rigor los sueños y a interpretarlos con mayor interés, aunque ya antes llevaba un diario no sólo de sueños, a través del que descubrí que había muchas relaciones, nexos, entre aquello que me ocurría y los sueños que tenía.
-¿Crees que ellos son un potencial desperdiciado?
-Sí, la mayoría de las personas no los tiene en cuenta. Los sueños son una fuente de sabiduría, de conocimiento; constantemente nos están enviando información, pistas sobre nosotros mismos, sobre nuestros anhelos, nuestro trabajo, quienes nos rodean, etcétera. Muchos los desaprovechan sobre todo porque no los recuerdan, no saben interpretarlos o por desconocimiento de su valor.
-¿Por tu experiencia puedes decir que son también una fuente confiable?
-Sí lo son. Una vez escrito el sueño, interpretado correctamente desde un estado de serenidad, meditativo, desde la intuición, a través del conocimiento que aporta la experiencia… extraes esa interpretación y cuando la conduces, la aplicas, te das cuenta o vas observando que esa información es correcta, cierta. A veces surge como una información que para nada se te había ocurrido y, como una bombilla que se enciende, dices ¡ostras, es verdad! Cuando lo has corroborado en tantas situaciones, es altamente confiable, fruto de la experiencia.
-¿Hay sueños que en realidad no informen nada en particular?
-Claro que sí, ya lo creo. Algunos sueños son proyecciones de nuestros temores o deseos, de cosas que nos ocurren y que no terminamos de elaborar consciente o inconscientemente. Muchísimo material onírico no es aprovechable. ¿Cómo diferenciamos unos de otros? Como consecuencia de la práctica sobre todo, con ella vamos conociendo nuestros símbolos, estando durante el día conscientes ante las cosas que suceden, nos ayuda a trazar hilos conductores entre ambos. En este aspecto, ayuda mucho el trabajo interior, practicando el aquí ahora, meditando habitualmente. También, “funcionando” desde la serenidad, sin prisas.
-Acabas de citar “nuestros símbolos”. ¿Te refieres a símbolos personales o universales?
-Tenemos símbolos que para nosotros significan una cosa y para otros, algo diferente; también hay símbolos del inconsciente colectivo y que sirven a la humanidad. En las pinceladas que doy en el libro para que una persona aprenda fácilmente a interpretar sus sueños, digo que cuando se recibe una imagen que no se sabe qué quiere decir, la persona se pregunte a sí misma “qué significa esto para mí”. Seguramente representará algo que para otros no simbolice lo mismo. Por ejemplo, el símbolo del padre tiene muchas connotaciones, incluso hasta podrían ser mensajes muy superiores… Para mí, cuando aparece mi padre, siempre me está indicando energías de mi infancia que se han quedado retenidas y me bloquean, energías que debo liberar para sanar. Lo tengo muy constatado.
Por otra parte, un símbolo universal podría ser el agua, que generalmente alude a las emociones. El agua puede aparecer estancada, oscura, limpia, cristalina, que se desborda y luego se canaliza, etcétera, reflejando diferentes estados emocionales. Concretamente éste en el libro lo muestro con dos sueños: uno a través de la cresta de una ola congelada ante mí, simbolizando frialdad afectiva, y en otro yo hago patinaje artístico sobre hielo. Aquí la dimensión es completamente diferente, mostrando un trabajo sobre esas emociones que han sido transmutadas en una base de crecimiento y belleza.
-¿Cómo clasificas los sueños?
-Entre los que podemos considerar como sueños “de ayuda” hay muchísimas formas, desde aquellos con los que podemos inspirarnos para conseguir lo que anhelamos hasta los que nos dan consejos y soluciones, que nos guían, los que aparecen a modo de advertencia, o nos indican cómo están nuestros problemas… Además de los premonitorios, aunque no me gusta esa denominación; también los repetitivos…
-¿Estos últimos qué están señalando?
-Una enseñanza, un conocimiento, algún aspecto personal que desconocemos o no vemos y que no tenemos integrado. Son insistencias de la parte más profunda de nuestra psique para que lo veamos y hagamos consciente. Pues al hacerlo consciente, muchas veces podemos llegar a sanarlo.
-¿De todos tus sueños rescatas alguno paradigmático que ha significado un antes y un después?
-He tenido muchos importantes, significativos. Me han tocado profundamente, como una constante en mi vida, los sueños que han revelado aspectos de mi “sombra”, como mis complejos o las energías estancadas en mi infancia; ellos me han permitido verlos y sanarlos. También otros me han guiado a conseguir mis deseos y aquello que he querido alcanzar para mí, e incluso han revelado atributos o potenciales positivos que me han ayudado a conocerme, a elevar mi autoestima, y me han aportado alegría interior y una considerable plenitud.
-Así como las palabras no son inocentes, según cuentas, los sueños tampoco. Conllevan un recurso que hay que saber utilizar, como herramienta que por sí misma no es ni buena ni mala, en un camino de aprendizaje.
-Hay que ser cauteloso con los sueños. Aunque veamos muy claramente una enseñanza por aplicar, debemos tantear ese mensaje. Personalmente, puedo afirmar que hay sueños que pueden incitar a tomar decisiones ante las cuales es mejor ser prudente y aplicarlas en la medida en que vamos apreciando resultados positivos.
-¿Conoces algún tipo de sueño recurrente, a escala global, que avise algo en particular en esta época de grandes cambios de todo orden?
-Los sueños en estos momentos nos están revelando aún más aspectos nuestros que están por ser integrados y que debemos ver, sin huir de ellos, para reconocerlos y sanarlos. Por otro lado, también nos indican temas relacionados con nuestros atributos, valores o potenciales, incluso propósitos, que se están revelando ahora. Por el momento planetario en que nos encontramos, vivimos un tiempo de liberar energías estancadas, antiguas, para sanarlas y poder integrar otras nuevas que están entrando con fuerza en el planeta y nos invaden positivamente, para seguir creciendo y expandiéndonos.
-¿Qué otras herramientas de crecimiento personal utilizas y recomendarías para afrontar aquellos aspectos propios que los sueños nos revelan o indican que no están en armonía dentro de nosotros?
-Cuando quiero trabajar esos aspectos o condicionamientos, que muchas veces son inconscientes y que generalmente nos limitan o coartan, lo primero, trato de reconocerlos en mí y hacerme más consciente de ellos… Después, a través de la meditación conecto con esa energía, incluso, intento sentirla… y con la ayuda de la visualización y el Ho’oponopono, retomo ese aspecto, esa memoria o emoción y la transmuto envolviéndola con la energía del amor, de la comprensión, la ternura, etcétera, para así sanarla… hasta que siento que ya la he integrado o liberado. Es decir, la conciencia corporal, la meditación, la visualización y el Ho’oponopono. En ocasiones, también he utilizado y me ha resultado eficaz el Tapping.
-Con la programación de sueños se puede obtener información. Explícanos brevemente cómo es.
-Es un instrumento muy valioso que podemos utilizar todos, fácil de emplear y que puede hacernos muchísimos regalos. Animo a utilizarla por su potencial y por lo pequeño que es el esfuerzo que demanda. Antes de dormir, cuando estamos en un estado tranquilo, relajado, con la mente y emociones ya serenas, planteamos una pregunta sobre aquello que necesitamos o anhelamos obtener una respuesta. Podemos visualizar esa cuestión y hacer la pregunta, en forma comprensible y clara, o incluso, si queremos, verbalizarla en voz muy baja, o anotar la pregunta y leerla hasta dormirnos. Durante la noche o a la mañana siguiente, muchos despiertan y se sorprenden al ver la información como respuesta proveniente del sueño. Conviene decir que mientras habrá quienes descubrirán que les es muy fácil, a otros les costará un poco, especialmente si no recuerdan los sueños. En estos casos tendrían que empezar por, antes de dormir, poner toda la intención y el deseo firme de querer recordar sus sueños.
-¿Te ha quedado algo en el tintero, nunca mejor dicho, en tu libro?
-He querido hablar de mi experiencia, de cómo me han beneficiado los sueños y el partido que podemos obtener de ellos. De cómo continuamente nos hablan y no solemos tener en cuenta la información que dan. Sobre todo he querido hacerlo para mostrar el potencial inmenso que poseemos e inspirar a la gente para que también se beneficie. De una forma cercana y en clave positiva, he presentado ejemplos con más de 50 sueños interpretados, resultado de mi experiencia y reflejando situaciones en las que cualquier persona puede verse reflejada. Seguramente, habrá una saga porque, como he dicho, tengo vasta información que podría abordar los sueños desde diferentes ámbitos: sobre el trabajo, la salud, etcétera, como también la programación de sueños.