Para meditar, fluorita

Propiedades de un mineral "blando"

Carla Iglesias. Aqua Aura

La fluorita es una piedra conocida por sus diversos colores, entre morados, verdes, amarillos, también transparentes, con una dureza 4 en la escala de Mohs (esta serie califica los minerales por números, del 1 al 10, para establecer la dureza de una piedra), dato que indica que se trata de un mineral “blando”, es decir, fácil de romper o resquebrajarse. De modo que la mayoría de estas piedras hace que su energía también sea “maleable”, y esto significa que, siguiendo la tradición de los siete chakras, no tengamos en el cuerpo un único chakra adecuado para su colocación.

En este sentido, y por ser muy conocidas las propiedades de la fluorita, se la relaciona con el sexto chakra, por su aporte con la capacidad de concentración para el estudio, la ayuda a la hora de practicar una meditación, para la apertura del tercer ojo o sencillamente para “callar” la mente.

Dentro de la enorme variedad de formas existentes en el sistema cúbico de cristalización de la fluorita, debemos prestar especial atención a las que se solidifican en forma de octaedro. Esta figura geométrica se compone de dos triángulos que en armonía han crecido juntos, combinando así todas las propiedades de esta piedra, y unen esa especial estructura para ayudar a equilibrar nuestros cuerpos: físico, mental, emocional y espiritual.
Ahora te propongo un fácil y breve ejercicio que parte de la idea de que antes de equilibrar las energías, hay que moverlas.

Primero buscaremos una música que sea de nuestro agrado, pero que invite al movimiento, con tambores: samba, salsa, bangra, etcétera. La música tiene que incitarnos a bailar, a agitar los brazos y así mover toda la energía del cuerpo con alegría. Después de dos o tres minutos haciendo estos agradables movimientos, vivaces y dinámicos, nos sentaremos con las piernas cruzadas (postura del loto) y cogeremos dos octaedros de fluorita, uno en cada mano. Después de dos o tres respiraciones profundas, con un sencillo movimiento del tronco “dibujaremos” el símbolo del infinito (∞), varias veces, de una forma sutil, percibiendo los cambios energéticos en nuestro cuerpo.

La práctica total de estos movimientos no debe pasar los cinco minutos. Para terminar nos tumbaremos en el suelo. Abriendo los ojos, dejaremos los brazos tendidos a lo largo del cuerpo para gozar así de una agradable sensación de bienestar. ¡Que lo disfrutes!

Y ya sabes que a través del correo carlaisaf42@gmail.com recibimos consultas, preguntas y dudas sobre el mundo mineral y la gemoterapia.

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