El guerrero danzante

Para evolucionar hacia el liderazgo interior, aquel que nos lleva a reconocer nuestro verdadero ser, necesitamos realizar un viaje hacia la autorresponsabilidad, para luego compartirlo con otros para que sean líderes de sí mismos. Es la idea que propone Silvia Anaska Fischer, profunda conocedora de las tradiciones chamánicas

Quién es

Ítalo-española, Silvia Anaska Fischer es coach cuerpo-mente con más de 25 años de experiencia, profesora de yoga, practicioner y master en PNL, con una profunda pasión hacia la mitología y las tradiciones chamánicas. Durante años colaboró con Cristóbal Jodorowsky, asistiéndole en sus talleres de metagenealogía, psicochamanismo y tarot. Estudió con Carlos Castaneda y Robin Sharma. También su línea de coaching para el liderazgo interior está marcada por la filosofía de Dr. Miguel Ruiz y Dr. A. Villoldo, herederos de linajes ancestrales e intérpretes del chamanismo contemporáneo. Es autora, entre otros libros, de “El talismán del líder danzante”, recientemente publicado por Kepler.
Más información en www.anaskafischer.com

Aurelio Álvarez Cortez

-¿Ficción, realidad, un mix…? ¿En tu último libro narras una historia personal?

-Yo no quería hablar de mí, pero evidentemente Gala, la protagonista, asume ese recorrido donde yo tuve mis grandes revelaciones y enseñanzas, y también me inspiré en una situación que he vivido. Fui hilando algo mío con algo de fantasía.

-Recreas una enseñanza atractiva por ser la sabiduría de una cultura prehispánica, envuelta en la leyenda, que no se la termina de conocer bien, anclada en un enigma.

-Siempre me sentí muy cautivada por la cultura mesoamericana, pero previamente por todo lo que son las culturas míticas. Es normal que no la conozcamos, que se pierda, como otras, en las raíces del mito. Para mí siempre ha sido llamativa esta cortina que deja ver un pasaje hacia los misterios, hacia algo que lleva a iniciarnos, a descubrir algo más de lo cotidiano: la magia. Pero también la magia interior, cómo el hombre se acerca a su parte divina. En relación con la cultura mesoamericana, mi gran fascinación al principio fueron los libros de Castaneda. Desde pequeña tenía en la cabeza que en cuanto fuera mayor visitaría el Machu Pichu. Aunque mi origen es europeo, latino, griego, desde pequeña me sentí muy atraída por esos dioses prehispánicos.
Al fin y al cabo, los mitos se acaban pareciendo muchísimo en todas partes del mundo, esa es la gran seducción que tiene un mito, que en cualquier lugar hablamos de la misma búsqueda.

-Esto que dices lo explica muy bien Joseph Campbell, quien al parecer, es tu valedor académico ya que lo citas recurrentemente. ¿Quién es para ti?

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-Sin haberlo conocido en persona, es el maestro ideal. El que es capaz de despertar tu potencial, respetando y no dándolo todo hecho. Lo que impresiona de él es la capacidad de transmitir esa universalidad de los mitos y actualizarla en el mundo contemporáneo, de hacer ver que el mito todavía está vivo.

-¿Existen los guerreros danzantes?

-En realidad, no de forma oficial, ¡pero sí que existen! Es cualquier persona en el camino del autodescubrimiento y el despertar; en el fondo, todos podemos ser guerreros danzantes.

-Una frase que pones tiene una fuerza abrumadora, que parece un sopapo para despertar. Impacta, moviliza: “Tienes el privilegio de ser quien eres”.

-La dijo Joseph Campbell, es preciosa. La escogí por las mismas palabras que has dicho, impacta y moviliza. Siempre estamos pensando en cambiarnos, en ser diferentes, “cuando llegue a ser…”, cuando realmente el camino no es hacia fuera sino hacia dentro. Tenía otra frase, de Osho, que estuve a punto de usar, que es “ve hacia adentro o no llegarás a ninguna parte”. Llegar al ser es recordarnos nuestro origen. Desmonta nuestro mito, familiar quizá, para regresar a la verdad con la que venimos a este mundo, antes de que nos programen para poder ser aptos para vivir en el mundo. La programación no es mala, pero sí se pierde la encarnación de la verdad con la que llegamos. El trabajo es regresar a recordar el ser original, ser uno mismo, aquel que lleva la perla o la única esencia verdadera que traemos para aportar.

-Como manada, la sociedad muchas veces busca líderes políticos, sociales, modelos, pero tú señalas a contramarcha los pasos del liderazgo interior.

-Es cómodo seguir a un líder que sabe, decide y toma responsabilidad, pero el concepto del guerrero es la autorresponsabilidad. El líder exterior, más que un guerrero, es un soldado, que también obedece, acata órdenes y tiene la ventaja de participar y estar en una comunidad en donde todos hablan el mismo lenguaje. Es difícil en este sentido tener una voz propia. Estamos aquí para que cada uno en el ámbito donde se quiera desarrollar, en el respeto de la sociedad donde vive, pueda expresar su propia interioridad. No puedes vivir la vida de otro. Oscar Wilde decía “sé tú mismo, el resto de los lugares ya está ocupado”.
El liderazgo interior es importante para saber qué pienso yo, en dónde me posiciono, conocerse primero a sí mismo para no ser una carga para los demás y no acabar esclavizado. Para definirnos como adultos necesitamos hacer ese viaje de responsabilidad y luego compartirlo con otros líderes, enseñar a otros a ser líderes de sí mismos.

-Presentas cinco pasos para el autoliderazgo. Empecemos por el primero, la Claridad.

-Como orientación de una brújula, pongo la Claridad en el Norte porque precede cualquier acción. Claridad también podría ser la conciencia: cuando somos más conscientes podemos tomar mejores decisiones, ver más opciones, y no hablo únicamente de claridad en el momento presente, o a corto plazo, sino como filosofía de vida. Preguntarme cómo quiero vivir, con qué valores, qué es lo que me importa realmente. La referencia de los guerreros danzantes, como decía Don Juan a Castaneda, es que la muerte sea la consejera. Todos sabemos que vamos a morir, entonces, ¿cómo quieres llegar al último día?, ¿cómo sería la vida que tendrías sintiéndote feliz y satisfecho?, ¿habría hecho lo que quería, lo que sentía, lo que tenía para aportar? Las preguntas serían quién quiero ser y qué es lo que quiero dejar como legado.
En mis talleres de psicogenealogía hago referencia a convertirse en un ancestro memorable para las generaciones futuras, a fin de que estén más despiertas, y nosotros no ser lastres sino su inspiración. Este paso está en constante construcción porque vamos evolucionando. El norte tiene que ser revisado en cada momento de nuestra vida.

-Luego sigue como paso dos la Disciplina y lo sitúas en el Este.

-La disciplina es fundamental, no como penitencia sino como el hecho de que para que las ideas funcionen hay que ponerlas en acto, y para que hacerlo, hay que crearse una estructura que permita, a través de la Claridad, diferenciar lo importante de lo que nos hace perder el tiempo. En esta estructura, los guerreros juegan con el material de las 24 horas y ordenan las tareas que deben realizar, dando prioridad a su trabajo interior para convertirse en líderes. Nada ocurrirá en tu vida si no tienes la capacidad de liderarte a ti mismo. Los guerreros tienen una disciplina, unas tareas, que cumplen a la mañana temprano. Después hay otros tipos de hábitos que se van instalando hasta que transformarse en automáticos, permitiendo tener la mentalidad proactiva, orientada hacia la conciencia, el despertar.

-El paso tres, la Energía, está en el Sur.

-Después de la Claridad y la Disciplina, necesitamos Energía para sostener todo. Si estamos mal físicamente, o con energía baja, no es posible el camino de evolución. Un guerrero tiene que entrenar como un atleta, pero no significa apuntarse al triatlón sino empezar a llevar esa atención y conciencia también hacia el cuerpo porque es nuestro templo, nuestro vehículo y necesitamos cuidar de él a través de prácticas físicas y la alimentación. A Gala, que es una personal trainer, la llevan a un lugar muy bello donde le enseñan a cuidar su cuerpo con un concepto más holístico, de respeto y autoconocimiento. Hace yoga, masajes, prácticas de energía similares al chikung. Y a la hora de comer, saber qué y cómo, escuchando al cuerpo, para que sea quien indique qué le da y qué le quita energía.

-En el paso cuatro explicas la Regeneración, y la pones en el Oeste.

– Hemos trabajado con mucha energía física, mental, y necesitamos reposar, dormir. El guerrero descansa a nivel pasivo, durmiendo lo suficiente, dándose pausas, pero también se retroalimenta a través de la belleza, el arte, la risa, con cierta insustancialidad que parece superflua, pero es importante para que el niño interior se nutra de entusiasmo y hermosura. A Gala la llevan a visitar lugares muy curiosos, donde hay mariachis y no esperarías encontrar un guerrero danzante, pero allí la energía puede ser vehiculizada mediante la diversión. Es una catarsis, una locura sagrada, un caos del que nacen las buenas ideas.

-Por último, en el quinto paso no hay una integración. ¿Qué es?

-En el fondo sí, es una integración, pero la he llamado Elegancia. Es una integración desde una estructura ética. Para ello me he inspirado en el mundo oriental, donde se habla de belleza, ética y simplicidad. Allí tienen la capacidad de combinar lo sencillo con la eficiencia, y entonces surgen ideas como el kaizen, la mejora continua, que va más allá del ideal de perfección; el kintsugi, técnica de reconstruir vasijas rotas, destacando lo interesante  de nuestras imperfecciones que pueden ser lo bello y lo original en nuestra vida, y el concepto de shibumi, que no se conoce mucho, que es una calidad de vida a la que aspiran todos los maestros espirituales y se conoce su efecto en las combinaciones florales, o cómo encontraron una elegancia hecha más de vacío que de objetos, la pausa entre una nota musical y otra, la elegancia que tiene que ver con la armonía. El paso quinto en resumen es cultivar un estado de sencillez, de autenticidad y armonía, y seguir este hilo en el camino de la vida.

-¿Qué es la guerra florida?

-Si se vive con un propósito, hacia ser uno mismo, como decía Campbell, es la guerra florida. Es hacer el florecimiento del corazón, entendido como el propósito que hemos olvidado y que finalmente puede brotar y florecer. Ahí estamos como el héroe entregando el elixir al mundo. La guerra florida es ofrecer la propia unicidad al océano del que somos parte.

-Asocias también colores y minerales en cada paso, pero no explicas por qué.

-No lo hago porque cada cultura chamánica tiene paralelismo en colores, pero no las mismas piedras. Yo elegí las piedras y los colores que me transmitieron mis maestros en la escuela donde estudié en Italia, y seguí ese esquema. Busqué también unas piedras fáciles de encontrar para el caso de que, si el lector quiere hacer su talismán, pudiera conseguirlas.

-Las tuyas son obsidiana, coral, cuarzo, coral, turquesa y ámbar.

-Sí, son piedras que en México se encuentran en las máscaras, en los museos, en las piedras funerarias, en las pirámides…

-¿Y funcionan?

– Las piedras sólo son un ancla, un recordatorio de los cinco pasos de los guerreros danzantes. Si estos no funcionaran, no tendríamos el talismán. Cada día me levantaba a las cinco de la mañana y hacía mis prácticas. Me dedicaba a escribir lo que podía, mil quinientas palabras, dos mil. Comía bien, tratando de no perder el Norte, cuestión que no muy fácil de lograr cuando trabajas y tienes clientes de coaching y diriges un centro de yoga en las islas Baleares. Sin los pasos del liderazgo interior no estaría aquí hoy hablando sobre mi novela. En primera persona puedo decir que sí funcionan. Las piedras ayudan como un recordatorio de una toma de consciencia y como una energía extra. Especialmente aumentan la motivación, y nos conectan con el niño interior, como en un juego, para divertirse y gozar de la vida.

-Alejandro Jodorovsky se caracteriza por su vida polifacética, pero al mismo tiempo por ser polémico y no correcto socialmente…

-No lo he conocido personalmente, pero sí he trabajado con Cristóbal, su hijo. Soy súper fan de Alejandro. He leído sus libros y sonrío al ver sus entrañables vídeos como abuelo. Es como el dios Pan o Dionisio. Su fuerza como genio lo lleva fuera de lo que son las fronteras de lo socialmente correcto. En su rol chamánico, te sacude y te saca de la zona de confort, para algunas personas ha significado un cambio radical en su vida. Como/ Un terapeuta, tampoco tiene que ser bueno para todos, es imposible, pero es innegable su la fuerza y entrega de Jodorowsky es innegable. A los años que tiene, todavía está ofreciendo en forma generosa y prolífica diferentes medios para que uno pueda sanar a través del arte, el cine, los talleres, la psicogenealogía, el tarot, el cómic. Es un ejemplo inmenso de creatividad. La provocación es importante para abrir los límites de la conciencia, y algunas personas pueden echarse para atrás, con plena libertad para decir sí o no.

-¿Has creado algo propio, a pesar de estar en contacto con Cristóbal?

-Lo que hace la familia Jodorovsky lo puede hacer ella, sobre todo por ese poder creativo. Jodorovsky se puede permitir hablar y realizar rituales a su manera porque es él. Yo hago mi terapia en la forma en que yo soy, porque de lo contrario no sería auténtica, y esto quien consulta enseguida lo huele. La única manera de aportar algo, de hacer una contribución para despertar la autenticidad en otra persona, es ponerme yo en una situación auténtica. Obviamente, después de tanto tiempo trabajando junto a Cristóbal, con viajes a México, viendo chamanes y apasionada con la mitología, puede haber muchísima influencia en mi trabajo. Pero sería irreverente, por mi respeto a mis maestros, hacer una copia de ellos. Mi camino es personal, y cada uno tiene el suyo.

-¿Habrá segunda parte de “El talismán…”?

-Sí, han quedado cosas por decir. Hay un personaje que me está llamando y que necesito darle un paso de evolución. En “El talismán…” acompañamos a Gala a entrar en este mundo del cambio, y hay muchas personas que han dado este paso, que ya han leído varios libros de crecimiento personal. Entonces en la segunda parte, acompañaré mi personaje hacia su segundo despertar. Quiero llevar al protagonista a su pequeña oscura noche del alma para poder hacer que su corazón florezca. Aquí no hablamos de liderazgo interior ni de voluntad, sino de entregarse al amor.



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Stanislav Kondratiev
de Unsplash