Carla Iglesias.
Aqua Aura
Hace muchos, muchos años, en un pequeño pueblo de Brasil, una madre preparaba uno de los acontecimientos más importantes de la vida de su hija. Al cumplir quince años, las niñas recibían su caja mágica. Esta caja contenía una punta de cuarzo, un cuarzo rosa, una turmalina negra, un cuarzo con rutilo y un ojo de tigre. Cumpliendo con una costumbre que realmente era tan antigua que nadie podía precisar de dónde procedía, madre e hija realmente no hacían muchas preguntas, sencillamente seguían “la tradición”.
Ansiosa, la niña preguntó qué significaban esas piedras tan bonitas. La madre, viendo ya cómo su pequeña se había transformado en una hermosa joven, le explicó: “Según recuerdo lo que me contó tu abuela, esta caja es sólo el principio de algo que simboliza nuestra vida. Poco a poco, con el paso de los años, vamos colocando dentro ‘cosas’ que representan algo para nosotras”.
La joven de pronto recordó que su madre tenía una caja vieja de cartón guardada en su armario, llena de objetos de cuando ella era una cría.
“Los cristales transparentes como esta punta natural de cuarzo –prosiguió diciendo la mujer– te ayudarán a recordar que tu camino tiene que ser limpio, transparente como tu actitud ante los acontecimientos; este cuarzo rosa simboliza el amor que todas llevamos dentro, el que debemos transmitir en todo momento, para luego también recibir de los demás buenos sentimientos. La turmalina negra es tu gran guardián, ella te protegerá siempre que lo necesites. Y el ojo de tigre te dará fuerza, valor y te ayudará a cumplir los objetivos que te propongas”.
La joven miró a su progenitora y preguntó: “Madre, ¿Dios tiene algo que ver en todo esto?”. Un tanto desconcertada, la mujer pensó de inmediato cómo explicar la función del cuarzo con rutilo, sorprendiéndose al mismo tiempo al comprobar que, en efecto, “la niña” ya no lo era, que su intuición y conexión funcionaban perfectamente.
Entonces respondió: “El Gran Espíritu, padre y madre de todo, es el creador de todo lo que conocemos: de ti, de mí, de las piedras, de esta caja, de tus quince años, y el cuarzo con rutilo es la piedra que te ayudará a hablar con Él. Cuando tengas dudas, a partir de ahora podrás buscar las respuestas tú sola y aprenderás que casi todas ellas están dentro de ti”.
Satisfecha por la respuesta, la jovencita abrazó a su madre y se fue rápidamente con las ansias de sus quince años. Pronto daría comienzo una gran fiesta. La madre se vio a sí misma, emocionada, y abrió la mano para observar una vez más aquella pequeña esfera de cuarzo con rutilo que nuevamente la había ayudado en un momento especial de su vida.
Seguimos recibiendo consultas sobre minerales a través del correo carlaisanf42@gmail.com.
¡Felices fiestas!
Síguenos en Facebook, @Aqua-Aura
