Martín Ribes. Formador en Chamanismo
Práctico Contemporáneo®.
Instructor de Firewalking
Los chamanes, sacerdotes y magos, así como los reyes y conquistadores han utilizado desde siempre el ritual para conseguir objetivos y manifestar lo que deseaban.
Esta es una fase muy importante para que se materialice lo que se quiere conseguir. Ya en las pinturas rupestres se ven muestras en las ilustraciones de cazadores consiguiendo la presa como primera fase de creación. Luego se danzaba y hacían rituales para invocar a los espíritus de ayuda y animales de poder para que les proporcionaran los recursos necesarios como la intuición, velocidad, fuerza, acierto y guía para conseguir la caza.
En muchos de los edificios gubernamentales de países que han sido conquistadores podemos ver referencias a distintas deidades representadas en cuadros o esculturas como forma de invocación, como la conquista, la justicia, el poder, el equilibrio y la prosperidad.
Estas artes las podemos utilizar nosotros también de igual forma para crear la realidad que queremos y densificar lo que todavía es un sueño deseado, un pensamiento en nuestra mente, es decir, energía sutil que todavía no es sólida.
De las muchas enseñanzas espirituales nos viene que no debemos tener deseos ni cosas materiales y esto nos ha generado mucha confusión. Creo en que la Fuente se expande con nuestra evolución y nosotros evolucionamos cuando deseamos, creamos y condensamos la energía que antes era sutil. Y lo que nos evoluciona no es poseer y depender de lo que hemos creado, si no la integración y aceptación de nuestra capacidad de crear, de hacer funcionar la fuente que está dentro de nosotros, expandirnos y así, por experimentar que resulta, evolucione nuestra conciencia.
Desear o querer algo, ya sea material, cambio de circunstancias de vida o tener salud, lo considero totalmente legítimo. Que es el Ego el que lo desea. Por supuesto. El Ego es necesario y funcional si lo colocamos donde toca y no vamos a tratar de ignorarlo ni eliminarlo, sino hacer que trabaje con y para nosotros también, por lo menos hasta que desencarnemos o nos iluminemos. Y este no es mi caso.
Para no entrar en contradicción con los dogmas religiosos y programas que hemos heredado que nos prohíben desear o nos llevan al apego hacia lo deseado es interesante hacerse estas preguntas sobre lo que queremos materializar: ¿desde dónde estoy queriendo esto, desde la necesidad o desde el crecimiento?
Si lo hacemos desde la necesidad el proceso te puede llevar a muchos momentos de confusión y desequilibrio, además de una alta probabilidad de que no se materialice lo deseado y acabemos con gran sentimiento de frustración.
Pero si el “desde dónde” lo hacemos con la intención de crecer y añadimos que es para el beneficio de todos, en crecimiento y bienestar, entonces el éxito está asegurado. Y cuando digo en beneficio y crecimiento de todos estoy incluyendo a mis seres queridos, a mi comunidad, a toda la especie humana, a la Tierra y a los Espíritus que nos acompañan en la Tierra y en otros planos.
Entonces la siguiente pregunta a hacerse, para que nosotros mismos busquemos una respuesta coherente a estos valores, sería de qué forma se van a beneficiar las personas, la Tierra y las divinidades si consigo lo que quiero. Si das con la respuesta sentirás que lo que estás pidiendo te es legítimo, entrarás en coherencia contigo mismo y lo conseguirás. No porque lo necesites, sino porque es una señal de que el Creador está dentro de ti, y, además, todos nos beneficiamos.
Así que, partiendo de que desear, pedir y crear está bien, lo que necesitaremos ahora son las herramientas, conocimientos y protocolos para condensar lo que queremos. Necesitaremos aprender ritual y oración. Y esto no es especialmente complicado. Es lo que han aprendido y practicado desde siempre los chamanes, curas, masones, templarios y místicos. Y los reyes han requerido sus conocimientos para lograr sus conquistas. No sé yo si estos gobernantes que conquistaron se hicieron las preguntas que menciono arriba, pero en esto, ahora, no nos vamos a meter.
Personalmente, gracias al ritual y la oración, con unos buenos “desde dónde”, he ido consiguiendo prácticamente todo lo que he ido deseando, así que estoy pidiendo nuevas cosas, que no necesito, pero que pienso disfrutar muchísimo y me van a ayudar a expandirme y crecer.
Espero que tú también lo hagas… Ahó!
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