Mar Tarazona Beltrán
Odontóloga
Las mujeres tienen varias opciones para tratar los síntomas de la menopausia. Estos tratamientos incluyen estrógenos, medicamentos recetados que no contienen estrógenos y la medicina complementaria y alternativa (CAM).
La medicina complementaria y alternativa incluye hierbas y otros tratamientos con plantas (botánicos), suplementos no botánicos y terapias para la mente y el cuerpo. La mayoría de los tratamientos son seguros, pero algunos pueden interferir con otros medicamentos convencionales, por esa razón se recomienda consultar con un médico naturista o integrativo.
A continuación vamos a hablar de algunos de ellos.
Cohosh negro o cimicífuga: es una hierba de la familia de los ranúnculos y la raíz se usa con propósitos medicinales desde la época de los indios americanos nativos.
Desde ese tiempo se ha usado comúnmente para tratar los síntomas de la menopausia, el síndrome premenstrual, la menstruación dolorosa, el acné, la osteoporosis y para iniciar el parto en mujeres embarazadas.
Es útil para el control de los sofocos y sudoración y también para los trastornos del sueño y la irritabilidad asociada a la menopausia.
Precauciones especiales en el embarazo o lactancia, cuando hay cáncer de mama, endometriosis, fibromas, cáncer de ovarios o útero, como también otras condiciones sensibles a las hormonas. Además cuando hay enfermedad hepática, trasplante de riñón y deficiencia de proteína S.
Cuidado si se toma Atorvastatina y Cisplatin (para el cáncer).
Angélica china (dong quai): es una planta que contiene grandes cantidades de fitoestrógenos, compuestos químicos no esteroides, que actúan como estrógenos naturales.
Uno de los usos más comunes es para paliar los dolores que causan los síntomas premenstruales y la propia menstruación.
Las mujeres que están entrando en periodo menopáusico en ocasiones padecen síntomas similares a los del periodo menstrual, las propiedades de esta planta pueden ser de ayuda para contrarrestar tales síntomas.
Además de las isoflavonas, esta planta no se queda corta en cuanto a vitaminas A, C, E y B3, y minerales como magnesio, potasio y hierro, convirtiéndose en una excelente aliada de las mujeres en edad adulta.
Contraindicaciones: mujeres embarazadas y lactantes que toman warfarina (anticoagulante) y mujeres con algún tratamiento hormonal.
Hierba de San Juan: actúa como poderoso antidepresivo, disminuye los efectos de la menopausia, alivia el síndrome premenstrual, combate la ansiedad, ayuda a la regulación del sueño y actúa como antiinflamatorio.
Deriva de una planta llamada Hypericum perforatum, las hojas y las flores se cosechan y se secan. Se puede preparar en un té o en forma de píldora o líquido.
Conviene siempre consultar su consumo con el médico.
Onagra: originaria de Norteamérica, ha sido utilizada por los indios americanos durante siglos para curar heridas, problemas cutáneos y otras dolencias. Del fruto se extrae el aceite de onagra, muy rico en ácidos grasos esenciales poliinsaturados, fundamentalmente ácido linoleico (60-70%) y gamma linolénico (10%), pertenecientes al grupo de los omega 6.
La onagra se utiliza para mejorar toda la sintomatología asociada al síndrome premenstrual, además de combatir las reglas dolorosas, la hinchazón, el dolor en los pechos y la irritabilidad o depresión causada por los cambios hormonales.
Son muy conocidos los beneficios del aceite de onagra en la salud de la piel.
Salvia: la hoja de salvia es rica en flavonoides. Aumenta la secreción biliar, ejerce una acción antiespasmódica y relajante en los músculos del estómago y el intestino. El aceite esencial también es antiséptico.
Gracias a la presencia de fitoestrógenos y a su acción en las glándulas sudoríparas, es una planta especialmente indicada para la mujer. La salvia ayuda a atenuar los trastornos de la menopausia, especialmente los sofocos y la transpiración excesiva. Es una interesante ayuda en casos de reglas irregulares, poco abundantes o dolorosas.
Para personas con inflamaciones bucales, dolor de muelas, de garganta, faringitis, etcétera, se recomienda realizar enjuagues bucales con esta hierba diluida en agua.
Hay que tener cuidado con su consumo en mujeres embarazadas y lactantes, en personas con hipercloridia, epilépticas y con insuficiencia renal.
Soja: las semillas de soja contienen isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos, es decir, unas moléculas vegetales que presentan una estructura química parecida a la de los estrógenos femeninos y que resultan muy útiles para aliviar los síntomas de la menopausia como los sofocos. También son capaces de prevenir la osteoporosis, arteriosclerosis y otras enfermedades coronarias posmenopáusicas. Tiene una poderosa acción antioxidante.Aparte de la soja, las isoflavonas están presentes en alimentos como la cereza, naranja, uva, té verde y negro, en bebidas como el vino tinto o la cerveza.
Es una de las primeras plantas medicinales en la que pensamos cuando hablamos de menopausia, pero en tres casos no sería una buena opción:
- en mujeres que utilicen antiagregantes o anticoagulantes.
- en mujeres con tumores dependientes de hormonas o historial familiar de este tipo de tumores.
- en mujeres con alergia a la soja, al cacahuete y otras leguminosas como alubias, lentejas y guisantes.
Trébol rojo: contiene isoflavonas parecidas a las de la soja, muy útiles para contrarrestar los efectos y problemas hormonales en la menopausia. Además es una excelente fuente de vitaminas y minerales como el calcio, el cromo, el magnesio, el fósforo y el potasio. En cuanto a las vitaminas, el trébol rojo proporciona vitamina C, vitamina B3 y la vitamina B1, por lo que se considera una planta remineralizante y antioxidante.
Es rico en aminoácidos esenciales, como la arginina o la leucina, que ayudan a mantener en buen estado el sistema nervioso, además de controlar el colesterol. Su consumo también ayuda a la salud arterial, reduciendo el riesgo de aterosclerosis. Alivia la tos y otros problemas respiratorios, y se puede utilizar para tratar llagas, eczemas, úlceras y heridas ya que es calmante y cicatrizante.
Contraindicado en mujeres con historial de enfermedades hormonodependientes y en caso de problemas de coagulación.
Lúpulo, valeriana y azafrán: estas tres plantas alivian síntomas mentales y físicos propios de la menopausia. Además de mejorar los sofocos en las dosis adecuadas, el lúpulo y la valeriana mejoran la calidad del sueño y nerviosismo, y el azafrán puede aliviar síntomas de la depresión propia de la menopausia.